Carmen Sánchez
Carmen fundó Galuriña, una empresa dedicada a la recolección y procesamiento de algas marinas. Al dejar la industria textil, Carmen se enfrentó a retos económicos, burocráticos y de género. Critica la desproporcionada carga de las responsabilidades domésticas sobre las mujeres y subraya la importancia de compartir estas tareas para lograr el crecimiento personal y profesional. Hace un llamamiento a la acción colectiva, al liderazgo integrador y al reconocimiento de la voz de las mujeres rurales en la toma de decisiones que afectan a sus vidas y a sus comunidades.